Ante las mismas aguas en las que Chiron (Ashton Sanders) había sido bautizado por una figura paterna de breve aparición -evocación de un ideal de amor en un mundo hostil-, tiene lugar este instante de intimidad, que permite olvidar temporalmente el acoso escolar y la homofobia y atreverse a abrazar una identidad sexual en construcción. Como en el poema de Yeats, también de la lucha puede nacer una belleza terrible.Įn una sociedad en la que la masculinidad tóxica ofrece refugio ante la precariedad histórica del cuerpo negro, el deseo consumado de dos adolescentes homosexuales adquiere valor subversivo. Por ello, entre escenas de violencia potencial y consumada, brilla con luz propia el cortejo entre Hampton (Daniel Kaluuya) y Deborah Johnson (Dominique Fishback): los futuros amantes intiman mientras recitan un apasionado discurso del héroe común, Malcolm X. Como líder de los Panteras Negras de Illinois, Fred Hampton seguía la segunda ruta, y así lo atestiguan los incendiarios discursos que salpican el film de King. Judas y el mesías negro (Shaka King, 2021)ĭos actitudes -no siempre excluyentes- surgen como respuesta a esa violencia blanca: una pacífica, cargada de amor cristiano y orientada a la integración, y otra beligerante y revolucionaria, articulada en torno al Nacionalismo Negro. Con su puesta en escena, su iluminación, y su uso del ruido, el silencio y la cámara lenta, DuVernay muestra la fragilidad de la existencia afroamericana, sumergiéndonos en un horror que convierte un momento banal en parteaguas, tanto para las víctimas individuales como para todo el Movimiento por los Derechos Civiles. En una cinta donde predomina el acercamiento solemne a la figura de Martin Luther King, es esta representación de terrorismo doméstico la que permanece en la retina del público. Verano de 1963: cuatro niñas se disponen a abandonar una iglesia baptista de Alabama cuando la bomba plantada por miembros del Ku Klux Klan la hace saltar por los aires.
Unos y otras sirven para convertir nuestras pantallas en espacios de recuerdo y homenaje. Con motivo de la celebración, proponemos un itinerario cinematográfico que alterna grandes acontecimientos y héroes nacionales con luchas desde abajo y experiencias fuera de foco. Iniciativas periodísticas como los proyectos Inheritance y 1619 se han propuesto dibujar una nación vertebrada en torno a la negritud, objetivo similar al del Black History Month, que durante el mes de febrero conmemora a figuras y momentos clave de la diáspora africana. En Estados Unidos, la esclavitud institucionalizada y su legado de racismo ocupan un lugar central en el imaginario colectivo. Peinado Abarrio es Doctor en Filología Inglesa por la Universidad de Oviedo y profesor en la Universidad de Zaragoza.īlack History Month: Un itinerario cinematográfico para conmemorar la historia negra de Estados UnidosĬada país tiene sus propios fantasmas.
Son estas: Selma(2014), Judas y el mesías negro (2021), Doce años como esclavo (2013), L os chicos del barrio ( Boyz n the Hood, 1991), Moonlight (2016) y Killer of Sheep (1978).Įl Dr. Rubén Peinado Abarrio, reseñando seis películas con temas afroamericanos. Por ello, Diálogo Atlántico, blog del Instituto Franklin UHA, publica una nota del Dr. El mes de febrero es dedicado en Estados Unidos a la historia afroamericana.